Ver a AC / DC en directo debería ser obligatorio para toda aquella persona que disfrute de la música. Es algo apoteósico, especial, vibrante, necesario… es pura magia, y eso que nunca ha sido de mis grupos preferidos… De todos modos y a pesar de su edad siguen demostrando que son, por mucho, un top mundial en directo.
Llegué justo cuando comenzaba el concierto de The Answer, cuarteto irlandés que ha viajado junto a AC DC desde que comenzó la gira y de los que no había oído nada en absoluto. Cumplieron su misión, dieron buen espectáculo y calentaron a la gente con un Hard Rock con muy buena pinta. Pero no era suficiente, llegaban las 22:00 horas y los nervios comenzaban a florecer, más que por la espera por los insufribles temas de Blues que sonaban… atormentado estaba.
De repente se hizo de noche, y en la pantalla gigante comenzaba una pequeña intro, con un diabólico Angus conduciendo una locomotora, tras un par de guiños sexuales y a todos los esteriotipos de la banda; entre fuego y petardos asoma el Rock and Roll Train y la Banda. El comienzo un éxtasis, y tras el primer single del Black Ice (luego caerían otros 4 temas del nuevo disco) comienzan los clásicos y las primeras caras de felicidad. Hell Aint’ a Bad Place To Be (sublime) , seguido de Back in Black (demasiado pronto para mí), Dirty Deeds… temas que de verdad levantan a la gente, hacen saltar, chillar, aplaudir, bailar o lo que sea. Fue la tónica dominante, la histeria, salvo con los temas nuevos, que no levantaron tanto a la gente, incluso en Black Ice aproveché para ir al baño y conocer al Sevilla, de los Mojinos. Justo antes de esto llego eso que todos los grupos buscan para levantar a la gente, algo para encontrar esa comunión entre público – músicos, la apoteosis musical: Thunderstruck. La locura. Con un comienzo que se me hizo más largo de lo habitual, quizás porque ya no pueden tocar tan rápido como antaño o quizás porque buscan los THUNDER! del público para disfrutar… pero la verdad que me dio sensación de que han bajado un poco el ritmo, fue el tema más coreado y aplaudido de la noche, de largo. Una maravilla poder verla, oirla, y cantarla en directo.
Llegué justo cuando comenzaba el concierto de The Answer, cuarteto irlandés que ha viajado junto a AC DC desde que comenzó la gira y de los que no había oído nada en absoluto. Cumplieron su misión, dieron buen espectáculo y calentaron a la gente con un Hard Rock con muy buena pinta. Pero no era suficiente, llegaban las 22:00 horas y los nervios comenzaban a florecer, más que por la espera por los insufribles temas de Blues que sonaban… atormentado estaba.
De repente se hizo de noche, y en la pantalla gigante comenzaba una pequeña intro, con un diabólico Angus conduciendo una locomotora, tras un par de guiños sexuales y a todos los esteriotipos de la banda; entre fuego y petardos asoma el Rock and Roll Train y la Banda. El comienzo un éxtasis, y tras el primer single del Black Ice (luego caerían otros 4 temas del nuevo disco) comienzan los clásicos y las primeras caras de felicidad. Hell Aint’ a Bad Place To Be (sublime) , seguido de Back in Black (demasiado pronto para mí), Dirty Deeds… temas que de verdad levantan a la gente, hacen saltar, chillar, aplaudir, bailar o lo que sea. Fue la tónica dominante, la histeria, salvo con los temas nuevos, que no levantaron tanto a la gente, incluso en Black Ice aproveché para ir al baño y conocer al Sevilla, de los Mojinos. Justo antes de esto llego eso que todos los grupos buscan para levantar a la gente, algo para encontrar esa comunión entre público – músicos, la apoteosis musical: Thunderstruck. La locura. Con un comienzo que se me hizo más largo de lo habitual, quizás porque ya no pueden tocar tan rápido como antaño o quizás porque buscan los THUNDER! del público para disfrutar… pero la verdad que me dio sensación de que han bajado un poco el ritmo, fue el tema más coreado y aplaudido de la noche, de largo. Una maravilla poder verla, oirla, y cantarla en directo.
Thunderstruck
Llegó The Jack (maravillosa) y el pertinente striptease de Angus (al menos no se pasó 15 minutos, y eso es de agradecer) con el primer solo (hay que ver lo laaaaaaaaaargo que lo hace) y bajó la campana para Hells Bells (algo flojita), El concierto volvió a bajar algo con War Machine y Anything Goes… la verdad nunca entenderé como los grandes grupos (esos que venden millones de discos solo con el nombre) se empeñan en presentar un puñado de singles de los últimos trabajos, aún sabiendo que no llegan al nivel del resto de canciones que presentas, y eso le pasa a los “australianos”, el Black Ice está a años luz del resto de sus clásicos… y eso se nota y mucho, tras estos dos temas que nunca pasaran a estar en el set list de ninguna otra gira vuelven al Back in Black, esta vez con You Shook Me All Night Long, otro temazo, y la gente lo abraza como si fuese tu hijo que vuelve a casa por Navidad.
El escenario se pone naranja, es hora de T.N.T., parte indispensable de mi triunvirato acedecero (junto a Thunder y la posterior Let it Be Rock). De la locomotora “desaprovechada” salen llamas en cada T N T, el público enloquece aún más. Y aunque, como en el resto del concierto; se echa en falta que B Johnson deje solo al público. Que nos deje cantar, pero aún así el ruido que sale de los fans tapa casi hasta la música. Con Whole Lotta Rosie mantienen el tipo, no es un tema que me guste demasiado, pero es rápido y con un riff juguetón que juega con el silencio de la guitarra y la reacción del público. Espectacular muñeca hinchable en el fondo del escenario, que como dice la canción; no es precisamente guapa, ni precisamente pequeña… Eso es cuidar los clásicos.
Personalmente yo esperaba un momento muy determinado en la noche, y llegó. Escuchar Let it Be Rock en directo es lo mejor que te puede pasar en la vida, al menos si te gusta el tema o los AC DC. Temazo empalmado con el segundo solo (eteeeeeeeerno) de Angus, encaramado a una plataforma elevada y dando paseos de aquí para alla. Nunca entenderé su manía de convertir sus grandes y pausados punteos de Blues – Rock en interminables giros tocados sin ton ni son a velocidad de vértigo (algo muy loable pero que se convierte en un sin sentido). Y seguido, como debe de ser, los últimos bises, sin falsos “adiós”. HTH, una canción que no aguanto y For Those About To Rock …. Cañonazos incluidos.
Let it Be Rock + Solo
Aplausos, frotada de ojos por todo lo vivido, luces y para casa. Ni una mala cara en el camino, ni un gesto de disgusto, quizás varios temas se echaran de menos (como en todos los conciertos), pero un señor concierto en toda regla. Pena que por el tema aquel de las entradas (curioso también que nadie tuviese entrada y yo vi a muchísimos conocidos) nos quedemos sin u posible segundo concierto en San Mames. Bendita pena, eso sí. Como publicó A. Portero en Deia: De traca, desde el principio al final. Con los oídos taladrados y las piernas temblando, fue el turno del reconocimiento. De la sonrisa estúpida. De dar las gracias a un grupo cazurro y básico, sí. Una banda primaria que no sabe/quiere evolucionar. ¿Para qué? Lo suyo se basta y sobra para hacer felices a miles de personas. Anoche, a 16.000.
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