miércoles, 24 de septiembre de 2008

Una estupidez, Una patochada, Una Subnormalez

Recuerdo un capítulo de Los Simpsons donde la familia amarilla disfruta de la televisión viendo El Show de los Records. La pequeña Lisa se lamentaba del pobre nivel, rozando lo asqueroso; de algunos records. Si no recuerdo mal en ese episodio los records descritos en la cabecera del ficticio programa eran: El Tumor más fetido del Mundo, el hombre con el menor número de rostros: ninguno y un perro incapaz de predecir nada. Obviamente no deja de ser una serie de ficción, pero llena de crítica social y de vez en cuando televisiva. Nosotros también, a manos de Antena 3; tuvimos la oportunidad de sufrir (o disfrutar, que hay gente para todo) de ese programa, del Show de Los Records. El programa, entre otros, lo conducía Manu Carreño y pudimos disfrutar de super records como la mayor cantidad de sujetadores desabrochados en un minuto, la mayor cantidad de pinzas enganchadas en la cara o la impresionante cifra de tropecientas tapas de urinario rotas con las manos. Y lo peor es que todos esos gañanes iban a aparecer en el Libro Guinness de los Records, vamos; que, a final de cuentas iban a poder encontrar su nombre en un libro, en cierto modo se les pasaba a la historia.
Parémonos, brevemente, en la historia de este libro. En 1951, Hugh Beaver, que por antaño era director de la cervecera Guinness se metió en una discusión entre colegas sobre cual era el ave europea más veloz. No obtuvieron respuesta en ningún libro que consultaron y entonces imaginando las cientos de miles de hipotéticas discusiones que pudieran existir en los casi 82 mil pubs británicos de entonces, decidió publicar un Libro que recogiera todos los records posibles. El libro salió a la luz en las Navidades de 1955. Los años pasaron, nuevos records inscritos, algunos retirados (como los conseguidos en competiciones de beber) nuevas marcas etc. Más tarde llegaron la fundación, el museo, el programa televisivo y un video juego. Hasta el día Mundial de los Records (9 de Noviembre) Como suponíais, Guinness, la cerveza; está muy unida con el tema del libro. Y sí, esto también aparece en un capítulo de los Simpsons, en el cual a Homer no le dan el record mundial de tocar el Banjo con una cobra, porque la marca batida “técnicamente es de la serpiente”. En este caso Guinness era sustituida por Duff.


Nunca nada tan bueno, propició algo tan malo

No se exactamente cuando, quizás gracias a ¿Qué Apostamos?; me di cuenta de que esto se había vuelto una patochada. No entiendo la necesidad de elevar a alguien con el “don” de acabar antes que nadie el juego “Operación” a la categoría de “superior” que conceden los records. Porque no nos olvidemos que estas memorables marcas suelen ser sinónimo de superación personal (o superioridad humana / animal); ahora muchos records son sinónimo de asquerosidad, de deformación, de estupidez, de riesgo innecesario y de un largo etc. ¿Qué carajo tiene que ver el ave más rápida de Europa con el hombre más gordo del mundo? ¿O con el hombre más tatuado del mundo? ¿O con la persona capaz de hace más figuras con globitos en una hora? Es que me parece un insulto a la gente que se pasa medía vida entrenando para correr a 9,69 los cien metros, o para meter 100 puntos en un partido de Baloncesto, o para subir más veces al Everest, o ser el rápido con un bólido. Incluso, es un insulto a todos aquellos que por ser, listos, talentosos o unos pedazo de artistas consiguen grandes ventas, las canciones más radiadias, los cuadros más reconocidos etc. que a su vez también son records. Es un insulto para todos estos (y para más gente) que su trabajo, sus marcas de superación, sus números estratosféricos tengan el mismo significante que la mayor ceremonia de renovación de votos matrimoniales, el mayor tablero de Twister, la mayor cantidad de pingüinos coleccionados (2520) o como he podido leer hoy en un periódico gratuito, la mayor cantidad de caracoles en la cara (25).

La mayor bola de esparadrapo del mundo.
Un gran paso para la humanidad

O puede ser que yo, como persona humana; este completamente equivocado y que todo esto haya sido así siempre; que siempre haya sido una estupidez, una patochada, una subnormalez, o una manera de vender libros y juegos y ganar dinero gracias a minucias, tonterías y abrazafarolas haciendo el bobo.

PD: Todos los records descritos aparecen en el Libro. Si os veis capaces de superar alguno poneros en contacto Guinees World Record Assocciation .

No hay comentarios: