Carta abierta a Lars Ulrich

Estimado señor Lars Ulrich.

Soy un loco de su banda desde hace algo menos de 8 años. No estuve cuando se recorrieron los USA de costa a costa para grabar su primer disco; no estuve cuando sacaron el Puppets o cuando murió Cliff. Tampoco cuando grabaron el Black, ni cuando su época Load. Pero si estuve cuando decidieron sacar aquella maravilla titulada S&M. Estuve cuando Jason no aguantó más y se marchó y en cierto modo viví lo que desde fuera parecía una ruptura segura de la banda. Sirva esto para que entienda, que nunca he pensado en su banda como unos renegados del Trash Metal, unos vendidos o un grupo de estrellas estrelladas que cuenta con el beneplácito de la MTV. Por lo tanto no voy a caer en falsos tópicos de (no)autenticidad . Para mí MetallicA nació en el S&M, soy de esa clase de fans que descubren en cierto momento su banda y que se vuelven locos con ella. Desconocía por completo su obra, de primeras; el Kill ‘em All me pareció una mezcla de cuero y fanfarronería, y con el tiempo no me costó entender que en definitiva, esta amalgama es la que hace grande su álbum debut. Desde el primer acorde que escuche de The Call of Ktulu (versión S&M) su música me pareció mucho más que un guitarreo pesado, mucho más que un doble bombo acojonante (que espero, no pierda nunca), mucho más que solos interminables y letras sobre cerveza y Apocalipsis bíblicos. Por lo tanto, aparqué el Chándal Metal y mis primeros discos de Hip Hop para adentrarme de LLENO en la música que usted y el señor Hetfield han compuesto para el público (sin olvidarnos de Hammett y Burton; y en menor medida de Bob Rock y Newsted)

Fueron cayendo sus discos en mis manos, (primero descargados de la red, luego comprados) uno detrás de otro; con dificultades al principio (obviamente, escuchar el Ride The Lighting por primera vez no es fácil) pero con ganas de seguir creciendo con su música. Porque mal que pese a muchos, ustedes son los Led Zeppelin de una generación de jóvenes que un día se cansaron de Poison, Motley Crüe o Bon Jovi; y ese espíritu es el que nunca han abandonado y el que les hace grandes. Ese espíritu ha hecho que sigan como si aún no hubiesen abandona aquel viejo garaje donde tocaban con Lloyd Grant y Ron McGovney. Am I Evil, Blitzkrieg, Last Caress, son canciones que aún siguen tocando, como el primer día; y eso dignifica a un grupo que ha vendido cientos de millones de discos.

No estuve (quizás no le presté tanta importancia) cuando le dio por cerrar Napster. Entiendo su mosqueo cuando las radios consiguieron antes de tiempo I Disappear (en cierta medida, y dado el contexto; un gran tema) Pero no comparto las formas que utilizó. Eso le hizo convertirse en una de las personas más odiadas del Rock. Se que no lo hizo por dinero, a usted y sus compañeros les sobra. Se que le da igual que la gente descargue su música o cualquier otra de la red (porque usted lo dijo públicamente), se que no quería convertirse en una persona odiada (¿o lo quería?). En definitiva, fueron sus formas señor Ulrich las que no me gustaron. Tuvo valor, y no se conformó, como estos personajillos de la SGAE; con un canon monetario para llenarse los bolsillos. Usted optó por cortar de raíz con el problema. Fue una medida impopular, y más impopular fue su papel (esa imagen fuera de los juzgados con gafas de sol y melenita la tengo aún grabada). Pero no soy yo quien le juzgue, martirice o dignifique por su papel. MetallicA ha sido tan grande que consiguió salvarse de aquello; que le pregunten ahora al amigo Ramoncín como le va la vida tras su defensa del artista español.

Antes que todo eso; antes incluso que el Kill ‘em All usted y James Hetfield montaron un pequeño grupo, sin nombre; y sin mayor ambición que tocar temas de sus grupos favoritos. Se que le ha costado sangre, sudor y lagrimas sacar adelante SU proyecto. Tres bajistas, dos guitarras solistas, un cantante en rehabilitación, lucha de egos, etc. Eso no se lo quita nadie, ole! por sus cojones; no dudo en seguir el consejo de los padres de Burton cuando le convencieron para continuar con el grupo, como tampoco dudo en hacer siempre lo que quiso (musicalmente hablando). Pero basta ya de echarle flores. Conste en acta que se las merece; y todas… pocos baterías son tan grandes y buenos como usted, debería estar en cualquier TOP 5. Pero amigo cuando le veo fuera de su batería se me abre la ulcera.

Parece una persona amable, educada, un poco pedante y con cabeza. Quizás sea la antitesis del prototipo jevi que cualquier no entendido en el tema podría dar. Es esta forma de ser (es verdad que no le conozco en persona) la que no soporto, y reconozco que en plena crisis de los 40 poco va a hacer por cambiar. (Le recuerdo, que hablo siempre FUERA DE SU TRABAJO, que no es otro que tocar la batería) No puedo pasar por alto su manía de llamar kids a todos sus fans. No somos niños, alguno incluso le superará en edad. Su manía de querer siempre hacerse el gracioso, y normalmente delante de una cámara. Usted no necesita eso, usted es el batería y uno de los líderes de la mejor banda de Heavy Metal de la historia. Esos aires de superioridad artística, ese ego que le hace parecer como si viera a todos por debajo de usted, ese tratamiento de prole que a veces parece que da a los de alrededor. Su voz; me amarga. Sus chistes no son graciosos. Usted es superior a mi y al resto, pero no hace falta que haga poses, ya se le intuyen con el simple hecho de escuchar One

Lo siento señor Ulrich, pero fuera de su trabajo no hay quien le aguante. Se que usted me entenderá, se que no se tomará esto como una ofensa, porque en resumidas cuentas es el puto amo en su trabajo. Y que siga así por muchísimos años.

Espero ansioso su próximo trabajo.